Dividir la ciudad

Si pudiéramos dividir la ciudad en sectores, hay zonas que de manera natural podrían gritar a todo pulmón su vocación cultural.

Primero que nada me gustaría dejar claro la razón por la que considero que es importante detectar la vocación de algo o alguien. 

Una persona que no ha encontrado su vocación a veces parece perdida en el universo explorando,  sin que su llamado sea el de explorar, más bien caminando en el extravío.

Así como los individuos logran desarrollarse de manera armónica una vez que se ha  encontrado su llamado, una ciudad pareciera que al descubrir en si misma sus particularidades  podría encaminar de mejor manera sus discursos, sus proyectos, y su propia infraestructura.

En este pequeño ejercicio textual que realizo con usted me gustaría plantear la idea de dividir la ciudad de la siguiente manera;Centro, ixtapa, Pitillal, Ríos , Mar y Montaña.

El Centro de la ciudad, ahí es el escaparete del todo, de las representaciones que se venden al turista, la identidad que se modifica para poder ser comprada por alguien más, la gran vitrina de la escenografía, los productos culturales que no necesariamente nos representan pero que existen. El souvenir cultural que el turista solo pagará si es atractivo para ellos. Ahí en ese gran paréntesis se abren las posibilidades adaptación, de modificación. Se modifica la historia, una comida, una pintura, una escultura. Una Frida Kalo rodeada de voladores de Papantla flourescentes o se crea una gastronomía que parezca ser de aquí sin serlo,

Otra zona natural es IXTAPA en donde ell discurso arqueológico y agrario  está dormido, parece que siempre que está a punto de despertar alguien le da una nueva pastilla para que repose y nada suceda.  Desde ahí es de donde la identidad arqueológica y del pasado podría estar articulándose, eso significa espacios y personajes que adopten de manera cómoda estos elementos para construir sus propias propuestas Ahí esta la visión de la raíz , la critica que une y le da sentido a cada uno de esos hallazgos que se han realizado a través de los años.

Una zona interesante es el Pititllal desde donde se crea una identidad charra pero también mas mas alternativa porque es ahí donde habitan la mayoría de los locales. Los discursos que no tienen nada que ver con el turismo y que se forman desde la comunidad cuando deja de jugar al personaje que da servicio a la industria. El Pitillal se habita, ahí coexisten todos y todas. Si hay un lugar desde donde deberían estar saliendo nuestros artistas con una visión más alternativa serían de ahi.

Los ríos, el mar y las montañas son otro tema aparte, cada uno de estos espacios se entienden diferente y nos relacionamos con ellos de maneras únicas.

Entender la ciudad desde su vocación de narrativas múltiples  nos pondría en una situación diferente en el camino del desarrollo , el solo verla como un puerto que permite vender esta identidad al visitante nos lleva a la posición más limitada que existe en el espectro cultural.

Si todas las prácticas culturales las ponemos en función de la venta turística estamos vaciando nuestras posibilidades de convertirnos en una ciudad interesante y profunda. Estamos reduciendo a nuestros artistas a solo ser vendedores.